miércoles, 30 de julio de 2008

¿SEREMOS ALGÚN DÍA CAPACES DE DECIR ESTO COMO COFRADES?


La liturgia de las horas propone como himno de cuaresma un poema de Sor Cristina de Arteaga que hace mucho tiempo que memoricé porque me parecía de una hondura espectacular. El poema habla en un lenguaje extremadamente poético, pero inteligible y aplicable a la vez, del valor de las coronas que como humanos tendemos a buscar y del carácter perecedero de las mismas. Esto adquiere un valor añadido si tenemos en cuenta que Sor Cristina de Arteaga era una de las hijas del duque del Infantado, Grande de España, para más señas. Otra voz como la de San Francisco que predica la humildad y la sencillez empezando por su propio ejemplo. Mi pregunta es si como cofrades que somos hemos sido capaces de pedir la corona de espinas alguna vez, corona de espinas del camino difícil de ayudar a los demás, corona de espinas de cerrar el antifaz del capirote y reflexionar sobre nosotros mismos, corona de espinas de sacrificio por los hermanos, corona de espinas de trabajar por la Hermandad exclusivamente a puertas cerradas, para que sólo Dios sepa del sudor y las lágrimas que se derraman en esos momentos, corona de espinas...

El poema dice...

¿Para qué los timbres de sangre y nobleza?
Nunca los blasones
fueron lenitivo para la tristeza
de nuestras pasiones:
¡No me des corona, Señor, de grandeza!

¿Altivez? ¿Honores? Torres ilusorias
que el tiempo derrumba.
Es coronamiento de todas la glorias
un rincón de tumba.
¡No me des siquiera coronas mortuorias!

No pido el laurel que nimba al talento,
ni las voluptuosas
guirnaldas de lujo y alborozamiento.
¡Ni mirtos, ni rosas!
¡No me des coronas que se lleva el viento!

Yo quiero la joya de penas divinas
que rasga las sienes.
Es para las almas que tú predestinas.
Sólo Tú la tienes.
¡Si me das coronas, dámelas de espinas!


3 comentarios:

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.