Ya está establecida de manera definitiva la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno en la ermita de la Labradora, tras el cambio de imágenes que hizo que el nazareno viejo ocupara el retablo de la parroquia que la imagen procesional ocupaba hasta el momento, esta imagen toma ahora de manera definitiva el lugar que le corresponde frente a su Madre Bendita de la Amargura, para la veneración conjunta de sus hermanos.
Digo bien, ahora es cuando definitivamente se queda en su camarín en La Labradora, porque todo el que se acerque hasta él puede contemplarlo recién restaurado por el taller Albero, de Madrid. El deterioro físico de la imagen requería el cierre de grietas, la limpieza de la policromía y la encarnadura de algunas zonas de la piel. Se han respetado elementos caracterísiticos de la imagen como el recorrido de la sangre en el rostro, y de esta manera se presenta de nuevo a los fieles. También estrena para la ocasión la túnica que podemos ver en las imágenes, donada por dos hermanas de la cofradía.
Desde aquí animamos a todos aquellos que no hayáis visto aún a Nuestro Padre Jesús Nazareno que os paséis por la ermita para contemplarlo restaurado y a que pongáis en valor la necesidad de colaborar en la vida de nuestras hermandades para hacernos partícipes de la responsabilidad adquirida en cuanto a la conservación de nuestro patrimonio: las restauraciones, la limpieza, el cuidado de las imágenes, la adquisición de enseres que engrandezcan y solemnicen el culto...
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