Quien no haya visto la cara de la Virgen de las Angustias, de la Hermandad de los Gitanos, de Sevilla, no ha visto la pureza de la raza calé que serenamente interioriza el dolor más inmenso que puede sentir una madre. Así lo debió sentir Abel Moreno cuando compuso esta marcha, en la que parece oirse hasta los pasos de las alpargatas de los costaleros, con motivo de la Coronación Canónica de esta imagen procesional. Escuchen y opinen.
martes, 30 de septiembre de 2008
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