Durante la Pasión de Cristo el cielo debió sonar con la armonía que escuchamos en los siguientes fragmentos de la Pasión según San Mateo, de Bach. El patetismo y el dolor vertebran cada una de las notas de esta composición y nos sirven para elevar el espíritu en la contemplación y meditación de los misterios más sublimes del cristianismo.
viernes, 21 de noviembre de 2008
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